Maratón de Valencia ¡Mi primer maratón!

Maratón de Valencia

¡Mi primer maratón!

Creía que el 20 de noviembre de 2016 no llegaría nunca, pero llegó y cuando el despertador sonó esa mañana, abrí los ojos y pensé: “¡¡Todo saldrá bien!!”

Esta aventura empezó en verano, cuando me plantearon correr un maratón y pensé: “La verdad es que correr un maratón me parece una locura y no me apetece nada…¡¡Vamos a intentarlo!!” Desde ese momento ya no hubo ser viviente que me hiciera cambiar de idea. Cuando se me mete algo en la cabeza no paro hasta conseguirlo, ya sean unos zapatos, un corte de pelo o (como en este caso) correr un maratón.

Si sigues Mi Diario Runner sabes durante el verano he estado saliendo a entrenar hasta en vacaciones. Javi Bikila (aka el Míster) se encargó de ponerme deberes para mantenerme activa durante el mes de Agosto y ese mes sólo descansé una semana por culpa de la dichosa molestia en la intersección de la rodilla, que al final me ha acompañado hasta mi último de entrenamiento para el maratón, que fue ni más ni menos que el día antes de la carrera. 

Zapatillas: ADIDAS Energy Boost 3 · Camiseta: BIKILA #CorrerEngorda · Shorts: ADIDAS · Visera: Nike
 

El día 19 de Noviembre tenía que hacer 6kms para activar las piernas y como ese día ya estaba en Valencia, hice esos kilómetros corriendo en el Paseo Marítimo de la Playa de Las Arenas, sol, mar y una temperatura totalmente veraniega ¡¡Genial!! Eso sí, recé para mis adentros que al día siguiente no amaneciera así de soleado, porque ese clima combinado con la humedad y el aire, nos podía dejar fundidos durante la carrera. Tuvimos suerte, el 20 de Noviembre amaneció encapotado.

Reloj: Apple Watch Sport · Pulsera: Cruciani C

Antes de la carrera no miré en ningún momento cuál era el recorrido del maratón, ni su perfil, sólo sabía dónde estaban los cajones de salida y el arco de meta, y ahora viene el por qué: antes del medio maratón en el RnR Madrid estaba atacadísima de los nervios (no me explotó el corazón de milagro). No paraba de pensar en las cuestas, en si debía hacer un reconocimiento previo del recorrido en algún entrenamiento… Atacada no, lo siguiente! Así que para que me tranquilizara un poco, Javi me aconsejó que no mirara por dónde pasaba el recorrido ni cuál era su perfil y nada de hacer una previa del trazado, que pensara en la carrera como si fuera un entrenamiento algo más exigente y con una ruta diferente, nueva, y que disfrutara de lo bonito que es participar por primera vez en una carrera, descubriendo un recorrido nuevo y acompañada por miles de corredores, con todas sus subidas, bajadas y giros, que no tenía que preocuparme por las cuestas, que ya se había encargado él de que hiciera las que necesitaba en los entrenamientos. Un consejo que me encantó y que además me fue bien, así que en esta ocasión he hecho lo mismo. También es verdad que en Valencia no hay que preocuparse demasiado por la altimetría, hay poco desnivel y el que hay no se puede comparar con el esfuerzo que supone dar 5 vueltas corriendo al circuito de 4Km de El Retiro (con todas sus cuestas incluidas), y esa fue una prueba que superé con éxito en uno de los entrenamientos para el maratón, pero esa es otra historia que te contaré en Mi Diario Runner de Noviembre, vaya lunes aquel, no sé cómo fui capaz de llegar a casa…

Para evitar que me viniera arriba llevada por la euforia de la carrera (como me pasó en Madrid Corre por Madrid) y apretara más zapatilla de la que debía (que esto iban a ser 42 kilómetros, mucho ojo), el Míster me aconsejó que (a modo orientativo) fijara la velocidad del piloto automático a 5’30”/km, pero sin obsesionarme con ir a ese ritmo exacto todo el rato, que disfrutara de la carrera y corriera por sensaciones, con libertad para apretar o frenar según me fuera encontrando, pero con cabeza, sin quemarme.

No estaba nerviosa, tampoco tenía miedo, me sentía preparada o quizá estaba demasiado confiada, no sé muy bien, mis preocupaciones eran que la molestia de la rodilla no me impidiera correr el Maratón de Valencia y que los geles no me sentaran mal el día de la carrera.

Con todo el entrenamiento hecho, la molestia de la rodilla controlada y a tope de confianza e ilusión, mi objetivo para el Maratón de Valencia era bastante sencillo: CORRER, SUFRIR LO JUSTO, DISFRUTAR AL MÁXIMO y LLEGAR A LA ALFOMBRA AZUL.

 ¡¡Llegó el día de la carrera!!

El despertador sonó 2 horas antes del pistoletazo de salida, para tener tiempo suficiente para hacer tranquilamente el primer desayuno del día: un café con leche y un donuts de chocolate. Azúcar y cafeína para empezar bien el día ¡Ñam! Después reviso todo el equipo para la carrera. Aunque lo haya dejado todo preparado la noche anterior y antes de irme a dormir lo haya repasado 20 veces, una vez más nunca está de más: zapatillas, calcetines, pantorrilleras, cinturón, camiseta, biberón de agua, visera, auriculares, ropa interior y los geles Keepgoing (1 con cafeína y L-arginina, 2 con glutamina y L-carnitina, y 1 con aminoácidos ramificados). Y como no, también compruebo lo que he metido en la mochila: el dorsal, imperdibles, una sudadera y un gel de calor. 

¡¡Fuera pijama, dentro ducha!! Ahora sí, empiezan las mariposas…

Zapatillas: ADIDAS Energy Boost 3 · Camiseta: BIKILA Run With Me · Shorts, visera y calcetines: Nike
  Pantorrilleras: Sweet Smile (vía BIKILA) · Cinturón: FLIPBELT · Biberón: Salomon

A las 7:30h terminaba de vestirme, maquillarme y peinarme (antes muerta que sencilla, ya tú sabes) y era la hora del segundo desayuno: cuatro Actimel. Sí, ni uno ni dos, ¡cuatro! Depósitos llenos, preparada y equipada, ahora sí que sí

¡¡TODO LISTO!! ¡Vamos que nos vamos!

Llegaba a los alrededores de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias a las 8:15h (un pelín tarde, sí) y el ambiente era inmejorable!!! Estaba amaneciendo, la ubicación es maravillosa y la zona estaba llena de gente, voluntarios, personal de la organización, acompañantes, prensa, fotógrafos, policía, personal sanitario, miles de corredores andando o trotando de un lado para otro, el speaker dándolo todo por megafonía, música, postureos, risas y muy buen rollo. En esos momentos previos se respira emoción por todas partes, de esa que se contagia y te hace vibrar, que sumada a la inyección de energía del conocido efecto dorsal, hace que los nervios se transformen en EUFORÍA. Una vez que te sitúas en tu cajón sólo queda esperar que den la salida…

Cuando sonó el disparo de salida me dije: ha llegado el momento para el que te has estado preparando. No tengas miedo. Confía en ti. Todo saldrá bien. Convierte en posible lo imposible… Corre, sonríe y disfruta ¡¡Hoy va a ser un gran día!!

3 horas y 54 minutos después, sonreía mientras corría por la alfombra azul, mantenía la cabeza alta y la mirada fija en el arco de meta… ¡¡TODAVÍA NO ME LO CREO!!

¡¡TODAVÍA NO ME LO CREO!!

Como es costumbre, ahí va el resumen de la carrera y las medias por kilómetro. Así puedes hacerte una idea de cómo me iba encontrando, las variaciones de velocidad y los parciales por kilómetro (de la medición del pulso no me fío, sólo tienes que ver ese pico, parece que se me haya parado el corazón)

Y ahora te cuento cómo me organicé durante la carrera y qué fue de mí durante esos 43,2 kilómetros, porque según mi GPS, acumulé un kilómetro extra, como si los 42,2 de la línea de oro hubieran sido pocos jajaja

Decidí dividir la carrera en 4 partes: km10, km20, km30, km35, esos eran los puntos en los que tenía que tomar un gel. Ahí era donde aprovechaba para prestar más de atención a los datos que el GPS me daba por el pinganillo (distancia recorrida, tiempo total y media por kilómetro) y para hacer un repaso general de mi estado: cómo me sentía en ese momento, si notaba que me dolía/molestaba/rozaba algo, repasaba mentalmente el funcionamiento de los pies, tobillos, gemelos, rodillas, muslos, brazos y cuello; comprobaba si estaba forzando la postura para aprovechar soltar y relajar (suelo acumular tensión sobretodo en la zona del cuello); si me sentía cómoda con la velocidad que llevaba y como me veía para seguir manteniéndola; si sentía sed o necesitaba refrescarme; si la canción que sonaba en ese momento de la playlist me motivaba o mejor pasaba a la siguiente, si el moño seguía en su sitio o iba con los pelos a lo loco… cosas que mantienen a la mente entretenida durante un rato y distraen un poco mientras sigues corriendo hacia tu objetivo, sin detenerte y sin mirar atrás.

Los primeros 6 kilómetros íbamos apelotonados Decidí ir sin agobios y a la marcha, acabamos de empezar y no era el momento de intentar ponerme a ritmo. No veía necesario correr el riesgo de quemarme por intentar esquivar a otros corredores, quedaban muchos kilómetros por delante, seguro que iba a tener tiempo de sobra para ir recuperando poco a poco. Así que corrí muy relajada y cómoda mientras esperaba a que el pelotón se fuera deshaciendo de forma natural para ponerme al ritmo que me había aconsejado el Míster (esta vez sí que le hice caso, no como en el RNR, y fui a por lo que me había currado). Durante algunos de esos primeros kilómetros fui en compañía de Luis Arribas (corredor, contador de historias y escritor del libro RUN CON LIMÓN), que se detuvo en el km5 para zampar y estirar, este hombre se lo monta fenomenal!! A partir de ahí continué corriendo sola, como siempre. Km10, Km20 primer y segundo gel, trago de agua, comprobación de estado y seguimos adelante con normalidad. Pasé por el km21 en el tiempo que me había dicho el Míster, unos 4 o 5 minutos por arriba de mi MMP en medio maratón; me sentía bien. Cuando el GPS me cantó el km27 sentí una ola de emoción, ahí era cuando empezaba la aventura, esa había sido la distancia más larga que había corrido en los entrenamientos y a partir de ahí, TODO ERA NUEVO… lagrimillas y emoción máxima!! (Soy una floja) Pocos metros después, un corredor me toca el hombro y resulta que es Martuja, tropecientos mil corredores y nos cruzamos en plena carrera, además, me dice con una sonrisa que su aventura también empezaba ahí ¡¡No me lo creo!! Si intentamos hacerlo adrede, no nos sale jajaja ¡¡Me encantó verte bella!!

Continué corriendo por sensaciones y dejándome llevar, cuando cruzamos la Calle del Mar y vi la Catedral a la derecha, me acordé de cuando era pequeña y paseaba por allí con mis abuelos, se me hizo un nudo en la garganta, literal, casi me ahogo por la falta de aire… Me recompuse y procuré que ese tipo de recuerdos no volvieran a mi cabeza, no era plan de ahogarse y caerse de boca, que los dientes van caros ¡¡Ñoñerías fuera hombre ya!! km30, tercer gel, trago de agua, comprobación de estado. Ni rastro del muro. En los avituallamientos ya se empezaba a ver gente andando, mal rollito... km35 último gel, trago de agua, comprobación de estado, todo perfecto!! Me había tomado todos los geles en el punto que les correspondía, había cogido una botella de agua en todos los avituallamientos para refrescarme las manos, la boca y beber algo (esto tengo que entrenarlo más, no sé beber mientras corro y siempre acabo tirándome el agua por encima jajaja), como había desayunado dos veces no tenía sensación de desmayo y tampoco de hambre, el sol seguía escondido y de vez en cuando la brisa nos refrescaba un poco, las piernas funcionaban y no me dolía nada, todo en orden, TODO BIEN!! Pero empezaba a estar un pelín aburrida de correr, así de claro!

El GPS me canta el km39, genial, sólo quedan nos quedan 3!! En ese momento, me fijo en el cartel de la carrera y marca que estoy en el km38 “WTF?? No puede ser verdad… ¡¡No me jod..s hombre!! ¿Me queda un kilómetro más? ¿En serio? ¡¡Nooooooo!!” En ese momento dije muchos tacos, muchos, y maldije hasta en klingon, vale que sólo era un kilómetro,  pero con todo lo que llevaba en las espaldas, aquello fue peor que una puñalada trapera… Me dio un poco de bajón, porque notaba las piernas bastante cargadas, me molestaban las caderas y un dedito del pie izquierdo empezaba a gritar, se me había soltado un mechón del moño y además tenía sed… viví ese momento como un drama!! Me di cuenta que esa no era la actitud, di al reset y activé el modo “volviendo a casa” para auto motivarme, una triquiñuela mental que utilizo cuando estoy entrenando y me todavía me quedan algunos kilómetros por hacer pero no tengo ganas de continuar, para no venirme abajo me convenzo de que ya llevo hecho casi todo el trabajo y no es el momento de parar porque ya estoy en el camino para volver a casa. Km39 (el 40 en mi GPS), seguía repitiendo en mi cabeza “ya no queda nada, estás volviendo a casa, tú puedes, no te pares”. Llegué al último avituallamiento, cogí una botella de agua, bebí un poco y aquello me devolvió un poco de vida. No solté la botella casi hasta el final. Por fin el trazado nos llevó vora riu (a la vera del río) y al fondo se ve L’Hemisféric, la meta. Ahora sí que sí, estoy volviendo a casa y ya no queda nada!! Intenté beber y me tiré el agua por encima, qué caso… jajaja

El km42 estaba justo en la entrada de la Ciudad de las Artes y allí estaba José Speaker micro en mano diciendo que sólo nos quedaban 200 metros ¿200 metros? ¡¡Subidón!! En ese momento fue cuando los chicos de la Revista RunOnline me hicieron esta foto ¡¡Gracias!! Alegría, cansancio, esperanza, entusiasmo, ilusión, un punto de locura… Es una imagen que dice muchas cosas

Cuando pisé la alfombra azul se me encendió la sonrisa y fijé la vista en la meta, no podía creérmelo, pero sí, era yo y estaba allí, estaba a punto de conseguirlo. Mientras corría esos últimos metros con la mirada fija, alguien me grita, era Gonzalo del NRC que iba acompañando y grabando a un amigo en plena recta final, me anima y felicita ¡¡No me lo creo!!

2 meses y 19 días de preparación, 623km recorridos (si sumamos los de Agosto) con frío, calor, lluvia, aire, molestias, pereza, todo eso reducido a un MOMENTO ¿Vale la pena? ¡¡Sí!! Ese “LO HAS CONSEGUIDO” te hace sentir muy grande, te pone la autoestima por las nubes, te sientes bien, feliz, satisfecho, ha valido la pena, ya lo creo que sí. Aún más cuando lo has conseguido por primera vez. Fue MAGIA. Creía que rompería a llorar al cruzar la meta, pero no, eso vino después...

Crucé la meta, sonreía, mucho y muy fuerte, y cuando llegué al pasillo donde te dan la bolsa de finisher me di cuenta de que no me había hecho la foto en la meta ¡¡Sin postureo no hay gloria!! Jajaja Así que me volví al arco de meta, busqué a alguien que me hiciera el favor de hacérmela y cuando le estaba dando las gracias, Martuja cruzaba la meta ¡¡MUY GRANDE!!

Esta vez no tuve que pasar por la enfermería como cuando corrí el 10K Valencia Trinidad Alfonso 2014, estaba dolorida (el parte de daños también lo pasaré en Diario) pero entera. Volví a ir hacía la salida para recoger la bolsa pero cuando vi como un chico sacaba una medalla y alargaba los brazos para ponérmela, justo ahí, en ese momento, me acordé de mi abuela diciéndome: “ay hija, pero que atrevida eres” y rompí a llorar, tan fuerte como antes sonreía… bastante me había aguantado ya! Eso sí, menos mal que el rímel era waterproof y que no hubiera ningún fotógrafo cerca…

Con la medalla colgada al cuello, andando agarrotada estilo Robocop y cargada con una bolsa que contenía mandarinas, agua, Powerade, una toalla, unos dulces y yo que sé cuantas cosas más porque ahí había de todo, me fui a por mí otro premio ¡¡Un DONUTS de chocolate!! Ya lo dije en la entrevista del programa de radio del RnR Madrid Maratón: YO CORRO POR LOS DONUTS ¡Ñam! jajaja

He corrido, he disfrutado y además he conseguido alcanzar todos mis objetivos. Primero: correr el maratón de Valencia; Segundo: llegar a la meta en buen estado, sonriendo y con los brazos en alto; y tercero: hacerlo en menos de 4 horas, 3:59h me valía y al final fueron 3:54h. No puedo decir que estoy contenta, porque es más bien lo siguiente.  Javi, GRACIAS POR ACOMPAÑARME EN ESTA AVENTURA Y AYUDARME A CONSEGUIRLO!!

El Maratón Valencia no sólo puede presumir de ser la primera carrera de España en conseguir la Gold Label, también de que tiene un recorrido precioso, que pasa por algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad y de esa alfombra azul a los situada en la maravillosa Ciudad de las Artes, un un enclave arquitectónico de película, también de cómo los valencianos salen a animar el día de su maratón, no hay un sólo kilómetro en el que no te encuentres con alguien, en todas partes hay público, una falla o música para animar a los corredores, es algo increíble y fabuloso a la vez, digno de alabar y agradecer ¡¡GRACIAS POR SALIR A ANIMAR!!

Organización de la carrera, voluntarios, personal sanitario, Policia y un largo etcétera de personas que hacen posible que carreras de esta índole sean posibles y salgan bien ¡¡A TODOS, GRACIAS!!

Laura B., ¡¡GRACIAS POR LANZARME (sin pretenderlo) A UNA AVENTURA LLAMADA MARATÓN!! Wrigel, Wim y Pau, el Skull Team, no pudimos vernos… Enhorabuena por ser finishers de ORO y GRACIAS POR CONTAR CONMIGO ¡¡SOIS MUY GRANDES!! Chema, muchas gracias por el libro, por ese "no pienses y corre" y todos los ánimos, ¡¡Me encantó verte en la Feria del Corredor!! A mi familia, amig@s, compañer@s de trabajo, ¡¡GRACIAS POR ANIMARME, AGUANTARME, APOYARME y NO ENCERRARME EN UN PSIQUIATRICO!! Y por último pero no menos importante, GRACIAS a ti, por estar ahí, animarme y apoyarme, por los consejos y todos los mensajes que he recibido (y sigo contestando) vía mail, Instagram, twitter, whatsapp, paloma mensajera, etc..., por seguir mis aventuras y desventuras y por compartir las tuyas conmigo… por todo ese cariño ¡¡GRACIAS!!

TODOS CRUZASTEIS CONMIGO LA META, FORMÁIS PARTE DE ESTA AVENTURA ¡¡SOIS MARATÓN!!

Trabajo, esfuerzo, constancia y mucha ilusión. Si yo he podido conseguirlo, ¡tú también puedes! Ponte en marcha, haz MAGIA, convierte en posible lo imposible,  siempre #SoñandoALoGRANDE

¿Seguimos adelante? ¡¡Por supuesto!!

 A tope de RnR y que el ritmo no pare

Vanessa Martínez

Mi Diario Runner - www.LaCaprichossa.com

Blog de moda, belleza y tendencias

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